Hace
algún tiempo, vimos un documental en clase titulado El esfuerzo y el ánimo.
Una compañía que se enfrenta al reto de la muerte de su fundador Béjart desde
2007. Una escuela de danza que aúna danza, municipio y proceso educativo en un
solo esfuerzo.
¿Y
qué puede ofrecer la danza a la
educación? Puede ofrecer una visión del mundo; energía; transmisión de cultura;
mostrar al mundo; va dedicado a todas las capas sociales; creación; aprendizaje
y descubrimiento etc.
Esta
escuela de danza Béjart Ballet Lausanne, propone la danza como excelencia y
belleza. Propone a la danza como un contenido educativo desde la repetición,
pero como un esfuerzo “gozoso”. Es decir, con disciplina pero desde algo que te
apasiona. Con esto, ¿qué es lo que se aprende? Memoria e innovación por parte
de cada uno de los componentes de esta compañía.
El
segundo eje, el municipio. ¿Por qué esta compañía une danza con municipio?
Entiende que existe arte en el municipio ya que se crea una promoción de la
cultura. Porque a través de la formación artística, también se crea educación.
Por
otro lado, esta compañía, crea que se visibilice el municipio.
El tercero de los ejes, es el
proceso educativo. ¿Cómo se crea? Mediante el desarrollo individual de cada uno
de los componentes de la compañía. Además, supone entrar en contacto con la
danza, con el mundo, supone entrar a desarrollarse y a aprender a través de la
energía, de la fuerza, de la violencia no entendida como algo necesariamente “malo”,
sino violencia en el baile, en la energía de los movimientos, en la necesidad
de la repetición, de hacerlo una y otra vez hasta que sale.
En
general, este documental plantea la idea de la educación como satisfacción
personal, con uno mismo, y no como educación para crear personas eficientes y
productivas.
Consideramos importante hablar de lo
necesario que es crear un contexto adecuado para “que pase algo”. Para que la
educación y el arte “toquen”, creen algo dentro de la persona. El propio
profesor lo dice en el documental, cuando el escenario está listo para bailar y
actuar: “aquí dentro ya puede pasar algo”.
¿Y para qué sirve el arte? El arte
sirve para sacar las cualidades que cada uno lleva dentro, para aprender a
conocerte mejor a ti mismo; para sostener un esfuerzo continuado, la
perseverancia; para aprender a mirar, para sentir pertenencia a algo; para
disfrutar más de la danza, pues cuanto
más conocimientos tienes sobre un tema, más se disfruta.
Y por último, ¿qué tiene que ver en
todo esto el Animador Sociocultural? Esta figura debe procurar generar esos
contextos adecuados de los que hemos hablado anteriormente, aun estando en el “peor
barrio existente”, con la idea de que el entorno condiciona, pero no determina.
El Animador, debe ser el “tú puedes” de las personas, del no rendirse tengan el
entorno que tengan. ¿De qué depende que una persona disfrute y continúe con
aquello que le gusta hacer? Del entorno; de uno mismo, de su propia confianza; y de las experiencias/trayectoria: se trata de
ir a las “buenas” experiencias, al placer, al gozo, a lo que te hace sentir
bien. Y ello no significa “no hacer nada”, significa sentir calidez.
Aquí
os dejamos un fragmento del documental, sin duda recomendable:
http://www.rtve.es/alacarta/videos/el-documental/documental-esfuerzo-animo-presentacion/1050238/
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